Los obispos en la calle
Ahora que la derecha (la de centro, la moderada y la de toda la puta vida) le ha cogido el gusto a manifestarse en contra de todo y a salir a la calle a cagarse en la madre de Zapatero cada vez que hace buen tiempo y, teniendo en cuenta lo poco que queda para las elecciones generales, estas concentraciones van a acabar siendo tan predecibles y molestas como las huelgas de los pilotos de Iberia cada mes de Agosto.
Y los obispos, pues a lo suyo: pastorear cristianos y calentarle la campaña electoral a Marianico y sus secuaces, recordándonos a todos lo malos que somos y lo poco que queda para el derrumbe de nuestros valores tradicionales. Valores que incluyen, como no, la justificación de los abusos a menores, de los malos tratos a mujeres, de dictaduras de medio mundo... Ya lo dijo Don Mariano: Cada vez quedan menos familias como Dios manda.
El roto, El País - 3/1/2008
Gallego y Rey, El Mundo - 3/1/2008
Manel Fontdevila, Público - 30/12/2007
Manel Fontdevila, Público - 31/12/2007
Aguilera, Faro de Vigo - 3/1/2008
Películas
Público, 30/12/2007
El País, 30/12/2007
Y los obispos, pues a lo suyo: pastorear cristianos y calentarle la campaña electoral a Marianico y sus secuaces, recordándonos a todos lo malos que somos y lo poco que queda para el derrumbe de nuestros valores tradicionales. Valores que incluyen, como no, la justificación de los abusos a menores, de los malos tratos a mujeres, de dictaduras de medio mundo... Ya lo dijo Don Mariano: Cada vez quedan menos familias como Dios manda.
El roto, El País - 3/1/2008
Gallego y Rey, El Mundo - 3/1/2008
Manel Fontdevila, Público - 30/12/2007
Manel Fontdevila, Público - 31/12/2007
Aguilera, Faro de Vigo - 3/1/2008
Películas
La plaza estaba llena de parejas con niños que habían acudido al reclamo de una organización cuyos miembros tienen prohibido casarse y procrear. Aunque el acto pretendía ser una exaltación del matrimonio cristiano, los que ocupaban la tarima eran, sin excepción, solteros (como si un analfabeto voluntario pregonara las bondades de la lectura). Al poco, no obstante, de que comenzara el acto, dejó de exaltarse el matrimonio cristiano para censurar todos los demás. Nadie prohibía a los manifestantes casarse por la Iglesia ni atarse a la misma pareja durante el resto de su vida ni tener cuantos hijos les viniera en gana. Tampoco se les obligaba a utilizar el condón ni ningún otro método anticonceptivo. Pero les molestaba enormemente la existencia de uniones que no se atuvieran a las normas de la suya.Juan José Millás - El País, 4/1/2008
Los solteros de la tarima, que vestían, por cierto, de un modo muy llamativo (luego dicen que los adolescentes les provocan), solicitaron la abolición del divorcio y del laicismo y exigieron al Gobierno más libertad sin que a nadie, entre los congregados, le pareciera incoherente que se pidiera una cosa y su contraria. Si añadimos que había muchas personas mayores, que habían conocido el franquismo, así como el papel represor de la Iglesia a lo largo de aquellos 40 años, el espectáculo resultaba delirante (y sombrío, para decirlo todo). Aparecieron en la tele monjitas muy ancianas que posiblemente habían sido carceleras de aquel régimen (trabajo que algunas órdenes religiosas aceptaron con gusto) y sacerdotes con canas que quizá habían asistido a más de una ejecución. En otro canal, Fraga Iribarne, palanganero mayor del Caudillo y presidente del PP, corroboró que la dictadura había sido un remanso de paz. Antes de irnos a la cama vimos una película de indios y americanos en la que los indios eran los malos.
Público, 30/12/2007
El País, 30/12/2007